Residencia de Almarza

Nuestra residencia se caracteriza principalmente por su ambiente familiar. Los residentes y el equipo de trabajadores de la Residencia de Almarza formamos una gran familia en la que priman la atención y el valor humano. Conocemos bien a cada una de las personas que viven en la residencia, somos conscientes de sus necesidades, les apoyamos en el día a día. En la Residencia de Almarza trabajamos por el bienestar de nuestros residentes otorgándoles un trato personalizado.

Con un entorno privilegiado, a escasos 15 minutos de Soria, todas nuestras instalaciones son propicias tanto para el descanso y la tranquilidad, como para la convivencia, así como para fomentar las visitas de familiares y amigos.

Nuestro principal objetivo es crear calor del hogar. Por ese motivo, trabajamos día a día para lograr que todos nuestros residentes se sientan como en casa, garantizando así su comodidad y la tranquilidad de sus familiares.

El centro está dotado con el más moderno equipamiento y mobiliario para uso y disfrute de los residentes. Ventanas de doble cristal, aislamiento térmico y acústico, sillas y sillones ergonómicos, colchones VISCOSAN anti escaras con cubierta de látex y desinfectables, camas articuladas, teléfono de comunicación con el exterior… Así mismo, el sistema domótico permite el control del entorno en habitaciones y en áreas comunes, proporcionando seguridad y eficiencia en la atención.

El centro cuenta con espacios amplios y luminosos, accesibles y adaptables, que permiten la relación de la persona con su entorno, la interrelación personal, al tiempo que garantizan la privacidad necesaria, mientras minimizan los factores de riesgo. La personalización del mobiliario y de los espacios comunes, es decir, la defensa del espacio privado para la persona es algo primordial para el centro.